PODER MENTAL

¿Cómo de precisas son tus premoniciones?

American Woman

¿Alguna vez has visitado un lugar por primera vez y te ha invadido una extraña sensación de reconocimiento —como un “¡He estado aquí antes!”?

Zak Martin

Prueba este sencillo test: piensa en un número, luego cierra los ojos y concéntrate en él tan intensamente como puedas durante medio minuto. Hazlo ahora.
La concentración es esencialmente una acción muscular más que un ejercicio mental. Concentrarse con más intensidad implica aumentar el nivel de tensión muscular que acompaña a la acción mental. ¿Cerraste fuertemente los ojos mientras te concentrabas en tu número? ¿Frunciste el ceño, apretaste los dientes o cerraste los puños? La mayoría de la gente hace todas estas cosas al intentar mantener un pensamiento en la mente. De hecho, la tensión implicada es contraproducente tanto para el pensamiento claro como para la clarividencia.

Para la mayoría de las personas, es extremadamente difícil hacer conjeturas o predicciones “salvajes”. El cerebro tiene un circuito bien establecido para enfrentarse a los problemas y decisiones cotidianos. Toda la evidencia se evalúa en un instante y se emite una valoración lógica inmediata. A menos que ese patrón habitual se altere, hay pocas posibilidades de establecer una nueva “ruta psíquica”.

Ejercicio 1:
Este ejercicio debe realizarse en una habitación con poca luz (no completamente a oscuras) y en un momento en el que no haya posibilidad de que te interrumpan. La habitación debe estar cálida y bien ventilada.
Siéntate derecho en una silla de respaldo recto, con los pies juntos en el suelo y las manos apoyadas suavemente delante de ti. Cierra los ojos y permanece así unos minutos, dejando que tus pensamientos divaguen. Luego abre los ojos y toma conciencia de los detalles de tu entorno. Adopta una actitud de “escucha”.
Observa detenidamente todo lo que esté dentro de tu campo de visión, pero sin cambiar de posición. Observa el suelo, las paredes, los distintos objetos de la habitación. Toma nota mental de tantos detalles como puedas. Luego, permite que tu atención se expanda para hacerte consciente de tu ubicación general. “Ve” el resto del edificio en tu mente; la calle exterior, el área que lo rodea… Envía tu mente a hacer un reconocimiento aéreo de la ciudad o del paisaje a tu alrededor. Capta una sensación clara y precisa de tu ubicación exacta.

Vuelve mentalmente a la habitación y vuelve a explorarla con tus sentidos. No te limites a verla: huele, saborea, escucha y siente todo lo que te rodea. Intenta extender tus sentidos. “Siente” las paredes desde tu silla. “Saborea” el aire en la habitación. Escucha los latidos de tu corazón. No intentes analizar estas sensaciones; simplemente acéptalas tal como son.

Después de 10 o 15 minutos, cierra los ojos de nuevo y repite el proceso de reconocimiento mental, esta vez con los ojos cerrados todo el tiempo. “Ve” la habitación, los muebles, etc., en tu mente. Visualiza tu entorno con la mayor claridad y nivel de detalle posibles.
Después de cinco o diez minutos de esto, respira profundamente unas cuantas veces y da por terminado el ejercicio.
La mayoría de las personas han perdido el contacto con sus sentidos. El objetivo de este ejercicio es ayudarte a familiarizarte más con el alcance de tu percepción sensorial, tomar conciencia de la relación entre tus sentidos y tu capacidad mental, y fortalecer tu sentido de autoubicación.
Este ejercicio debe hacerse dos o tres veces por semana, durante un período de entre 20 minutos y una hora.

Ejercicio 2:
Intenta adivinar quién será la próxima persona que te llame por teléfono. Enseguida, probablemente limitarás tus opciones a quienes es más probable que te llamen. Ya has hecho una evaluación lógica. No importa. Simplemente haz tu elección y —esto es lo más importante— anota el nombre de la persona que crees que te llamará. Te sugiero que reserves un cuaderno grande especialmente para este propósito, donde anotarás todas tus impresiones, predicciones e intuiciones. Escribe la fecha, la hora y tu predicción. Si acertaste, anótalo. Si te equivocaste, también debe quedar registrado con fidelidad. Una entrada típica podría ser algo así:
Sáb/23 mayo/14:20 – Siento que la próxima persona que me llamará por teléfono será John. Resultado: 14:30 – Incorrecto. La siguiente persona en llamar fue mi hermana, Jane.
Puedes hacer predicciones sobre casi cualquier cosa: el color del próximo coche que pase, el título de la siguiente canción que suene en la radio, etc. Incluso podrías intentar predecir los titulares del periódico del día siguiente. Es importante llevar un registro completo y exacto de todas tus corazonadas y predicciones, tanto si aciertas como si te equivocas. No tengas miedo de equivocarte. El miedo al error es lo que lleva a algunos videntes profesionales a volverse expertos en formular sus afirmaciones de manera ambigua para que sean retractables si se equivocan: “Te veo rodeado de flores… ¿has celebrado algo especial últimamente? ¿No? Bueno, quizá haya una invitación de boda en camino…”
Este tipo de “ambigüedad” más bien entorpece que desarrolla la percepción extrasensorial…

Pronto comenzarás a distinguir cuándo tus impresiones son acertadas o erróneas, y aprenderás a reconocer la sensación inconfundible que acompaña a los destellos psíquicos de alta calidad.

Mira al pasado para predecir el futuro
La memoria juega un papel crucial en la forma en que percibimos el mundo que nos rodea, y en cómo formamos nuestras impresiones. Es especialmente importante cuando se trata de impresiones psíquicas. Por ejemplo, una premonición de una casa en llamas, puede tener elementos fuertes de un incendio que uno recuerda.
Cuando demuestro clarividencia contando a las personas cosas que han sucedido o que les sucederán, siento como si estuviera recordando esos eventos. Y cuando llegan las impresiones, se parece a esa sensación que uno tiene cuando “recuerda” un sueño olvidado —al ver o escuchar algo que lo desencadena.
A veces la “memoria” me llega de golpe, toda a la vez. Conozco a alguien por primera vez y en un instante “recuerdo” varios eventos de su vida, incluso aquellos que aún no han ocurrido. Sin embargo, con más frecuencia, la “memoria” es vaga y fragmentaria.

La memoria es la ruta psíquica. Cuando quieras captar impresiones psíquicas de personas u objetos, no intentes proyectar tu mente hacia el futuro. En su lugar, compórtate como si la información que buscas alguna vez te hubiera sido familiar, pero la hubieras olvidado. No busques visiones o voces al oído: las impresiones extrasensoriales rara vez llegan de ese modo. Sé receptivo, más bien, al proceso de la memoria.

 

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Adaptado de Cómo desarrollar su percepción extrasensorial, de Zak Martin, publicado por Harper-Collins. Distribuido en EE. UU. por Sterling Publishers, Nueva York.